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martes, 17 de abril de 2012

"La Constitución, el Balboa y el Dólar" - Martes 17 abril 2012.

Flavio Velásquez, Pablo José Gutiérrez, Roberto Brenes P,
David Saied, una dama, Ana Matilde Gómez y Chris Caballero.


Por mediación del amigo Roberto Brenes el jueves 12 de abril de 2012, tuve el privilegio de ser invitado a conversar  con el grupo de jóvenes empresarios denominado  Círculo Bastiat de la Fundación Libertad,  en su reunión mensual sobre temas de trascendencia nacional, denominada The Freedom Hour.
Sigue el resumen ejecutivo de mi  presentación.

La Constitución, el Balboa y el Dólar.
La intención básica del legislador constitucional de 1904 en relación con el sistema monetario de la naciente República fue la de impedirle de manera permanente al político y al gobierno panameño el control de la moneda nacional. Es decir, la intención tácita y fundamental de la Constitución al respecto fue y sigue siendo la de privar explícitamente al soberano territorial del ejercicio de la facultad discrecional de controlar la liquidez del sistema monetario, mediante la clara prohibición de  imprimir y  acuñar  circulante en efectivo en su calidad de moneda transaccional de curso legal. Esta es la misma idea que inspiró la aplicación del sistema "Gold Standard", o Patrón Oro, cuando los países más avanzados del siglo XIX decidieron poner orden en el caos monetario imperante durante las épocas de inflación galopante. Debo aclarar que el sistema Gold Standard tiene como característica principal el cumplimiento de una rigurosa obligación legal, por parte del ente emisor de billetes impresos, de convertirlos a la vista, en un peso establecido de fino, en oro metálico, o sea, los billetes tenían la propiedad legal del curso forzoso, o sea, tenían que ser forzosamente convertidos en metal precioso, porque circulaban en sustitución del oro, de manera que ni el político, ni el gobierno podían imprimir más billetes que las respectivas reservas en oro. Es decir, repito, el sistema monetario basado en el Patrón Oro, al igual que el sistema monetario panameño, tiene como propósito capital el de prohibirle al gobierno y al político el ejercicio del poder discrecional de controlar la liquidez del sistema monetario. Cuando este sistema restrictivo se aplicó hubo entonces estabilidad monetaria, es decir, estabilidad de precios en todos los países avanzados de la época que lo aplicaron. O sea, se logró controlar la inflación. Por eso Panamá, por más de un siglo, ha sido el único país del mundo que NO tiene control político sobre el circulante en manos de los individuos y de las empresas. Y por eso Panamá es el único país del mundo que por más de un siglo ha gozado de una ejemplar y envidiable estabilidad monetaria. Estabilidad que ha puesto en peligro el Gobierno Nacional recientemente, marzo 2012, al acuñar monedas metálicas de curso legal en denominación de un Balboa por montos significativos. Esta decisión política se ha tomado sin que exista una legislación monetaria y financiera que interprete de manera específica y taxativa la intención limitativa fundamental del legislador constitucional de 1904 en materia monetaria.

Es mi opinión, en consecuencia, que el Gobierno Nacional debe entender que la opinión empresarial y pública de Panamá NO aceptará jamás una alteración de la intención constitucional original. Por lo que debe solo limitarse a acuñaciones metálicas fraccionarias y conmemorativas por montos  muy limitados.

En síntesis, para evitar ahora y en el futuro este tipo de riesgos monetarios catastróficos,  yo apoyo la idea que se discuta este tema para, eventualmente, darle forma jurídica, mediante una ley monetaria/financiera y un capítulo constitucional pertinente, a un sistema monetario nacional que cumpla con fidelidad con la intención original del legislador constitucional, en el sentido restrictivo consistente  en definir  un "PATRÓN BALBOA", el cual definido como debe ser, garantizaría la paridad legal de uno a uno, entre el Balboa, moneda  de curso legal que existe jurídicamente pero no físicamente, con el Dólar de los Estados Unidos, el cual es también en Panamá  moneda de curso legal y además, a diferencia del Balboa, con existencia física, como ha sido en la práctica durante más de un siglo.

Roberto Brenes P









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