Juegos del Hambre
"Si usted lee la novela o mira la película “Los juegos del hambre” haría bien en pensar que lo que allí se retrata podría no ser producto de la imaginación de una novelista pesimista. Cada día los grandes poderes mundiales labran un futuro parecido al que allí se retrata. Y todos los que felizmente creen que la globalización neoliberal está produciendo el mejor de los mundos, están contribuyendo consciente o inconscientemente al que un día nuestros tataranietos estén jugando los juegos del hambre." - Carlos Figueroa Ibarra.
"Si usted lee la novela o mira la película “Los juegos del hambre” haría bien en pensar que lo que allí se retrata podría no ser producto de la imaginación de una novelista pesimista. Cada día los grandes poderes mundiales labran un futuro parecido al que allí se retrata. Y todos los que felizmente creen que la globalización neoliberal está produciendo el mejor de los mundos, están contribuyendo consciente o inconscientemente al que un día nuestros tataranietos estén jugando los juegos del hambre." - Carlos Figueroa Ibarra.
Y
El Gran Tamal
Tengo muy pocos amigos eruditos e inteligentes. Uno de ellos es Francisco Bustamante, entrevistado hoy en Omega Stereo sobre temas atinentes a su profesión. Al narrar una anécdota sobre su experiencia personal en materia de gastos y precios, Don Francisco dio en el clavo, según mi particular interpretación referente a lo que contó. Dijo que su camioneta Explorer le rinde 50 kilómetros por galón en carretera, de Panamá a David. Y que en los tranques de la ciudad le da 5kms., en promedio. Yo le creo porque Don Francisco además de ser un extraordinario analista económico, sabe mucho de números y metodologías estadísticas, a nivel de experto.
Mi comentario.
Los tranques, como otras inequitativas atrocidades que padecemos los panameños, son El Gran Tamal para algunos pocos, o sea, el gran negocio. Que beneficia a cuatro gatazos quienes, como dueños del combustible, practican aquí en Panamá el soberano dominio que ejercen a escala mundial Los Dueños del Universo, o sea, el complejo bancario-financiero, el complejo energético, el complejo automotriz/metal-mecánico y el complejo industrial-militar. El resto, es decir, nosotros, el 99.99% de la humanidad, tiene un peso específico intrascendente.
En conclusión.
Creo que eliminar el negocio del tranque, como cualquiera otra de las injustas atrocidades que padecemos, es imposible. Porque el tranque como las demás atrocidades son parte constitutiva de sistemas inequitativos de redistribución de la renta que le quita casi todo a muchos para enriquecer a muy pocos. Este modo de hacer las cosas se basa en un sistema jurisdiccional e ideológico milenario que asegura la libertad de actuar de algunos para hacer predominar sus intereses privados sobre los intereses comunes y que se está transformando rápidamente en estos momentos, en un feroz e incivilizado fundamentalismo financiero, comercial y militar implacable e invencible.
Saludos.
Flavio.
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