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domingo, 19 de diciembre de 2010

El asesinato de los espacios públicos.

Los panameños debemos aprender la diferencia entre un Parque de Preservación Natural, como son las cuencas hidrográficas y un Parque Urbano, como es el Parque Omar y, por supuesto, como eventualmente debe ser el Gran Parque Metropolitano de la ciudad.


La verdadera noticia en mi opinión es siempre una terrible mentalidad nacional que lleva al sacrificio sistemático de los espacios públicos y de los intereses comunes.
Desde el inicio de la República esta mentalidad suicida existe en la consciencia colectiva y, por supuesto, en el desempeño administrativo del funcionariado público, tanto del Ejecutivo como del Legislativo y el Judicial. Con excepción de la era de Belisario Porras, quien fracasó en su proyecto nacional de fundar una institucionalidad de derecho público, que implicara un predominio de los espacios de uso público por encima de los espacios de uso privado.
De manera criminal predominó desde entonces hasta la fecha el asesinato de los espacios públicos y del interés común por parte del absoluto dominio de los espacios de uso privado y de los derechos privativos.

En San Antonio, Texas, se rescataron las riveras del río de la ciudad para esparcimiento público, el Paseo del Río.


En Manhattan en menos de 400 metros cuadrados se construyó el más pequeño, bello e inteligente espacio de uso público que conozco, en una propiedad privada, el Paley Park.

El manejo de la Cuenca Hidrográfica del Lago Alajuela es un ejemplo más de esto y una verdadera tragedia de importancia estratégica nacional.  Es una evidencia escandalosa de una incuestionable irresponsabilidad criminal al respecto.
Explico.
Tanto el patrimonio natural de la cuenca, es decir la integridad del agua y del manto vegetal, como el abastecimiento de agua potable para el área metropolitana son bienes y servicios de importancia estratégica nacional. Y como tales debieron haber  sido administrados por las autoridades desde que dichos bienes revirtieron a Panamá. Pero no fue así. Fue todo lo contrario

Se autorizó en esa cuenca como en todas las demás cuencas que igualmente, aunque en menor medida, comparten mi calificación de estratégicas, la colonización  precarista, agrícola, comercial y residencial. Es decir se autorizó y se mantuvo desregulada la destrucción del manto vegetal que protegía la Cuenca del Lago Alajuela. Cosa que dado un excepcional régimen de lluvias  en estos días determinó los fatales deslaves lodosos que han comprometido de manera gravísima los servicios de abastecimiento de agua potable del área metropolitana.

Opino que tanto la comunidad como las autoridades ignoran deliberadamente y NO de manera inconsciente que la solución está principalmente en la refundación de la institucionalidad de la Administración Pública para rescatar del olvido los intereses comunes y que sean instalados de manera permanente y dominante sobre los intereses individuales y privativos. Si no hacemos esto seguiremos sufriendo la parálisis ciudadana en curso que nos está dañando la posibilidad de poder vivir algún día una buena vida.
Saludos, Flavio.


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