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miércoles, 23 de marzo de 2011

"ALMERIA"



Mi llavero Indalo*

ALMERIA
La ciudad que inventó hoy y desde hace milenios la solución a la crisis alimentaria mundial.

“Espejo del Mar” le llaman en árabe andalusí a la ciudad de Almería para significar quizá “Mirador del Mar”. Está asentada frente al mediterráneo, al sureste de España, en Andalucía. Tiene otros nombres que la evocan con poética precisión: como “Capital Europea del Sol” y “Huerta de Europa”.

Lo de la huerta de Europa porque en Almería se han establecido las multinacionales más importantes del mundo, especializadas en la reproducción de semillas para la alimentación humana. También existen inmensas extensiones de cultivos agrícolas en invernaderos que se extienden sobre un paisaje infinito y árido hasta perderse más allá del  horizonte. Y un complejo sector de importantes industrias auxiliares de la agricultura moderna e innovadora.

El símbolo de la ciudad, el Indalo, también es tan enigmático como la ingeniosidad milenaria de sus gentes, tenaces y esforzados, que por eso y mucho más han logrado alcanzar la fertilidad agrícola más asombrosa del planeta en un territorio desértico y agreste, tan olvidado por los dioses como inmensamente amado por los hombres.  
 

*Probablemente el nombre INDALO viene de
Indal Eccius, “Mensajero de los Dioses” en la antigua lengua ibérica.
O también del Patrón de la ciudad de Almería, San Indalecio.


Es Indalo un diseño simple y siempre variante, de un hombre con piernas muy separadas y los brazos extendidos en cruz, quien sostiene sobre sus hombros lo que parece ser un semicírculo que probablemente representaría la cúpula celeste.  Un diseño estrepitoso que tiene miles de años de existencia por estar dibujado desde hace cuatro mil años en los frescos rupestres de las cuevas de Maimón al norte de Almería, durante aquella parte del neolítico conocida como la Edad del Cobre que antecede a las culturas del bronce y del hierro.

Como cabeza del Indalo se sugieren dos círculos concéntricos que quizá indiquen al sol y la luna. Pero este posible traslape simbólico y simbiótico entre la cabeza humana y los dos astros podría sugerir una consubstanciación real entre lo humano terrestre y lo divino extra-terrestre, o un espacio de encuentro bi-dimensional entre lo cercano que se puede alcanzar  y lo lejano que parece inalcanzable. O sea, una metáfora de la terrible y dramática substancia de la existencia humana: siempre en marcha hacia adelante para enfrentar como meta permanente al auto impuesto reto de lo imposible.

Entonces el Indalo, como mito, nos estaría revelando el poder de imaginar lo imposible y además como complemento necesario, el poder sorprendente de realizarlo. Pero entonces debo decir que esas serían revelaciones de cosas ya sucedidas allá en la Bética de antes del neolítico y hoy olvidadas. Es decir cosas de titanes y de pueblos míticos, como los Tartesios que al oeste, alrededor del Guadalquivir, forjaron metales antes de que la humanidad inventara los signos con los cuales aprendió y enseñó a escribir la narración fantástica de su propia Historia.  

El “Indalo” quizá podría evocar Atlas quien precisamente por esas tierras, en tiempos del dominio de la magia, sostenía el cielo sobre sus hombros con sus piernas extendidas desde África a Iberia.

Porque Atlas es símbolo de una resistencia descomunal que garantiza el cumplimiento de una tarea titánica. Atlas además asegura el equilibrio entre el cielo y la tierra, o sea, entre fuerzas que se enfrentan para contradecirse y cumplir con un compromiso. Atlas, entonces, sería el pujar histórico de la dialéctica humana. 

Quizá los pueblos de Almería del presente lograron conjurar el dominio de esos portentosos poderes antiguos sobre sí mismos, para transformarse hoy, mediante fatigas y trabajos titánicos, en los hombres y mujeres más ricos y mejor alimentados del mundo.
Archivo:Flag of Genoa.svg
¿Y qué decir de la bandera de la ciudad de Almería? La Cruz de San Jorge, una cruz griega de gules en campo de plata. Nada menos que la poderosa bandera genovesa, ciudad que por ocho siglos fue llamada “Señora de los Mares”, “Ciudad de los Magníficos”, “La Dominante”…. Y Génova, también “La Prepotente”,  autorizó su uso en el siglo XI a la recién nacida flota comercial inglesa para que la desplegara en sus espacios de dominio, desde el Mar Negro al Mediterráneo, por razones de la seguridad y el prestigio al cual aspiraba en aquellos tiempos la Pérfida Albión y que quedó desde entonces y para siempre como bandera de Inglaterra y del Reino Unido.

Lo que me hace pensar que ya desde el siglo Siglo XII,  en tiempos de Alfonso VII, Rey de León y Castilla, hijo de la Reina de León, Urraca I, y del Conde Raimundo de Borgoña, los de Almería, reconquistados por Alfonso VII con ayuda de la flota genovesa y de los cruzados franceses en 1147, no eran los únicos pueblos que en aquellos tiempos lograron tener muy buenos contactos financieros, comerciales y marítimos en el Mediterráneo.

Y su escudo reza: …”por la libertad”.

Y otra cosa. Sospecho que la patrona profunda de Almería es la Magdalena. Aquella dirigente que salvó a los doce Apóstoles del anonimato y del olvido y que en Almería algunos la piensan como “la Virgen del Mar”. Y qué decir del “Hospital de Santa María Magdalena”, del 1778, un enorme y noble edificio vestido de galas que recogen todas las versiones arquitectónicas posibles, desde el mudéjar hasta quién sabe qué desgastados pasticcios neoclásicos.

Y la aparición en los años sesenta de un parquecito inglés que ha sido soñado en Almería llamado  Strawberry Field.  Y una estatua de John Lennon que ha sido retirada definitivamente por el Ayuntamiento de Almería en 2009 debido al deterioro sufrido desde su instalación en 2007 por seis devastadores actos vandálicos.  El John Lennon que vivió de niño en Liverpool cerca del pequeño parque del orfanato de “Strawberry Field”. Lugar en donde compartió juegos y emociones con amigos y niños del orfanato.  Pero John, en el otoño de 1966, cuando yo vivía en Roma, compuso el grandioso best seller “Strawberry Fields Forever” en Almería, cuya letra revive la angustia de esos niños frente a la vida y otros sentimientos conmovedores que estremecen durante toda la vida a todo ser humano.

Y la noble ciudad de Almería erigió una estatua en su honor para soñar con  ese parquecito remoto quizá porque esa famosa canción es la inspirada expresión de un espacio de convergencia y amor entre las ciudades de Liverpool y Almería. Contiene una la frase reveladora y anticipatoria que propone la clave para descifrar el código secreto de ambas ciudades y sus ancestrales tiempos: “It's getting hard to be someone but it all works out”. O sea, una frase que postula quizá sin saberlo, por lo menos, el arma secreta del gran pueblo de Almería. Y que además le dice al mundo que todo el mundo tiene al alcance de sus manos los recursos físicos y espirituales disponibles y abundantes para salir siempre vencedor de sus crisis. Como las próximas crisis alimentarias y energéticas que parecerían fabricadas de ex profeso y maldad, siempre que fuesen vistas bajo una óptica almeriense y que por lo mismo no tendrían ninguna razón de ser porque en vez de esas crisis perversas hay en su lugar alternativas civilizadas, precisamente las que muestra la vida cotidiana de Almería con sus ejemplos laboriosos… Saludos. Flavio.

Estatua de John Lennon
en la  Rambla Federico García Lorca de Almería.